Título: Pobres criaturas 

Director: Giórgos Lánthimos

Género: Fantástico. Ciencia ficción. Comedia. Drama 

Estreno: 2024

Resumen

Bella Baxter, una joven que ha sido resucitada por el poco convencional científico Dr. Godwin Baxter mediante la implantación de un nuevo cerebro, redescubre el mundo que la rodea desde una perspicaz e inocente perspectiva. Con un deseo ardiente de adquirir la humanidad que le falta, Bella decide escapar junto a Duncan, un pérfido jurista, para explorar otros países que se le presentan. Desligada de los prejuicios de su época, Bella emprende este viaje con el propósito de examinar su propia libertad y la de los demás, así como de aprender y disfrutar de la complejidad de la naturaleza humana.

Opinión personal 

Ojito que hay SPOILERS

La película, excéntrica y provocativa cuanto menos, se desarrolla como un grito a la emancipación y la curiosidad a lo largo de una sucesión de escenas cada cual más desconcertante que la anterior, pero a la vez más maravillosa. La sublime interpretación de Emma Stones provoca en el espectador un gran entendimiento hacia Bella, tan solo su mirada es capaz de reflejar qué lleva dentro, quién es en realidad. Podemos ver cómo Victoria es una mujer consciente de sí misma justo en el momento en el que decide poner fin a su vida, igual que la mirada perdida de Bella durante su “infancia” refleja una clara confusión por el mundo. Sin embargo, según avanza la película y la protagonista adquiere conocimientos, el público puede conocer perfectamente qué es lo que ocurre en su cabeza, cómo ella se vuelve cada vez más perspicaz y menos manipulable. Relegando a un lado la historia –por ahora–, la cinematografía de cada fotograma es espectacular e interactúa en armonía con los sentimientos de los personajes en esos momentos. La paleta de colores empleada para cada escena es una buena representación del conocimiento de la protagonista. El hecho de que la película comience en blanco y negro ya nos da una pista sobre lo poco que conoce Bella del exterior, pues esa gama bicromática no es más que su visión; pero cuando Duncan se le presenta y él le muestra otros continentes y los placeres más mundanos, el mundo que se le despliega se pinta de los colores más brilla. 

Por otro lado, la banda sonora en cada toma viene como anillo al dedo. Quizás escucharla descontextualizada resulta un tanto “rallante”, como se diría hoy en día, pero se fusiona fascinantemente bien con todas las escenas, logrando transmitir la incomodidad que tanto caracteriza a la película.

La película es profundamente filosófica, y todos los personajes están construidos para que dejen huella en Bella, cada uno se encarga de cambiar la perspectiva desde la que ella percibe su entorno. En primer lugar, observamos el anarquismo por el que se rige la protagonista cuando el Dr. Godwin la mantiene encerrada en su mansión, exenta de contacto alguno con la ciudad. Así, Duncan le ofrece una visión hedonista tras brindarle todo tipo de placeres. Ya en el barco, conoce a Martha, quien le abre las puertas al mundo de la lectura, del que Bella ya no podrá prescindir. Al encontrarse con el pesimista Harry, su visión se vuelve completamente nihilista, pues descubre la atroz y desgarradora realidad de ciertas personas a las que la alta sociedad se niega a mirar y se da cuenta de que su vida carece de sentido. Personalmente, las escenas que más me marcaron fueron las de Alejandría y las posteriores a ella. Cuando descubre que el mundo no es tan bello como ella pensaba, su vida se desmorona y comienza a ser consciente del poco valor que realmente tiene, renunciando ilusamente a su riqueza para poder ayudar a otros. 

Mi alma está aplastada, arrugada, deprimida por lo que vi. (…) El dinero en sí es una enfermedad, todo se trata de la ausencia de él. ¿Quién soy yo para acostarme en un colchón de plumas mientras niños muertos yacen en una zanja? (…) Necesito ofrecer algo al mundo, pero no tengo nada excepto dinero” 

Harry, si bien breve, es un cínico personaje que abre los ojos a Bella en muchos aspectos, pues la confronta con el dolor del ser humano. 

“-No puedes hacer mejor el mundo, Bella. Ese es el punto de verdad. No aceptes las mentiras de la religión, el socialismo o el capitalismo. Somos una especie desagradable, aprende eso. La esperanza se desvanece, el realismo no. Protégete con la verdad. 

-Ahora entiendo quién eres, Harry. Un niño destrozado que no soporta el dolor de este mundo.”

Finalmente, Bella se vuelve considerablemente existencialista, pues ella misma construye su propia libertad y crea su ética de responsabilidad individual, apartada de cualquier sistema externo. Lo maravilloso de ella es precisamente eso, se concibe a sí misma con confianza en la gente, con la esperanza de mejorar el mundo que jamás pierde. La última escena muestra que, a su manera, ella ha cambiado las cosas. 

La cinta ha suscitado críticas que la acusan de “promover un falso feminismo” o “dar una imagen errónea de la mujer”. Sin embargo, discrepo, pues pienso que la película satiriza esa opresión que los hombres ejercen sobre las mujeres y según ésta avanza, Bella se vuelve cada vez menos manipulable, más inteligente y más libre. No considero que la manipulación y persuasión a las que se ve sometida por parte de Duncan sean indicativas de una mujer «tonta», sino más bien reflejo de una mujer con la mente aún aferrada a la inocencia infantil, tal como lo era en ese momento.

En conclusión, quiero un gallo-perro, y Pobres Criaturas es una de las mejores películas que he visto últimamente. 

5/5