Título: La ciudad de las estrellas (La la land)
Director: Damien Chazelle
Género: Musical, Romance, Drama
Estreno: 2016
Resumen
Mía, una joven aspirante a actriz con una chispa incandescente y Sebastian, un músico de jazz con amor por lo clásico, se encuentran en una ciudad que resplandece por sus posibilidades. Ambos son considerablemente ambiciosos, y poseen sólidas aspiraciones que no pretenden abandonar. ¿Será el amor capaz de entrelazar sendas vidas? ¿Podrán ellos compaginarlas con sus sueños?
Opinión personal
Sobran palabras para describir lo que Lalaland me hizo sentir la primera vez que la vi en pantalla. Su historia, disfrazada de un mero romance jovial y dinámico, engloba una serie de enseñanzas que inevitablemente la vida nos arroja en un momento u otro. Lalaland es una oda a los sueños, al amor y al arte, es un grito al espectador para que muevan cielo y tierra con tal de alcanzarlos, porque ¿quién no sueña con conseguir sus metas?
La música es un arte que no pasa desapercibido en mi vida, y a mi parecer, la banda sonora de esta película, compuesta por Justin Hurwitz, es extraordinariamente hermosa. Entrelaza la nostalgia del jazz clásico con la frescura de una nueva era. Desde los primeros acordes de “Another Day of Sun”, la música irradia un espíritu vibrante y optimista que invita al espectador a sumergirse en el mundo de los sueños de Los Ángeles. Las melodías de piano capturan la esencia de la ciudad y su energía efervescente. La banda sonora de Lalaland no es solo un acompañamiento musical, sino un personaje en sí mismo capaz de transmitir la esperanza y la desilusión, el regocijo y la pena… Un musical con todas sus letras.
Del mismo modo, los colores y la composición de las escenas tampoco pasan inadvertidas. Todas las tonalidades están cuidadosamente seleccionadas, haciendo uso de la psicología del color para que la intención del filme se comunique correctamente. Utilizan el azul para representar la creatividad, el control y la madurez: así como el amarillo, que irradia optimismo y cambio; o el verde, que trasmite cierta incomodidad o inlcluso crecimiento personal.
La película es una obra maestra moderna que nos recuerda la belleza de perseguir nuestros sueños y la importancia de valorar las conexiones humanas más profundas. Quizás es que a mí me ha tocado la fibra sensible porque me puedo llegar a identificar con los personajes en varios aspectos, o porque uno de mis mayores miedos es tener que dejar ir a la gente a la que hoy quiero por motivos externos. Sea como sea, Lalaland es una película que todos deberían ver al menos una vez. Y a quien no le guste… que sepa que le espera un largo debate conmigo.
Vi la película hace bastante tiempo, pero al leer la reseña estoy segura de que pronto la veré de nuevo.
¡Te animo a verla de nuevo! Merece la pena, yo no me canso de ella. Gracias por el comentario.
Muy buena reseña y análisis de la película. A ver si escribes más. Sobre todo de las de Ghibli!